miércoles, 30 de diciembre de 2015

Cerrando el 2015

Y como no podía ser otra cosa, 2015 ya toca a su fín.
Si hace exactamente un año me hubieran dicho como iba a estar hoy, no me lo habría creído apenas.

Desde que me mudé a este pueblo de Barcelona, mucha gente con la que hablo de mi barrio de Valencia me dice cosas del estilo:
"No queda otra, ¿qué se le va a hacer?"
"Hay que aguantar, de momento es lo que hay"

Pero siendo sinceros.... yo terminé 2014 diciendo que en 2015 viviría en Barcelona. Lo sabía desde que decidí irme a la aventura el octubre pasado, con mi marido en A Coruña, a una entrevista de trabajo a Barcelona. Creo que algo en mí lo sabía desde el marzo anterior, cuando estuvimos aquí también para una entrevista suya y de paso, una miniluna de miel.

Así que cuando se ha cumplido al menos una cosa de las que quería, no ha ido tan mal, ¿no?

Él tiene un trabajo más estable que los últimos que tuvo.
El piso donde vivimos, aunque chiquitito, es muy tranquilo. Y enfrente tengo el patio de otra casa, con un montón de árboles y plantas, en lugar de un bloque de cemento y cristal.
Hemos tenido unos amigos increibles, que nos han ayudado a adaptarnos, y nos han echado una mano en todo lo que han podido.
Hemos conocido a gente realmente muy maja y agradable.
Hemos ido por primera vez al Salón del Manga de Barcelona, que nos hacía muchísima ilusión, y como bonus, hemos ido también a la Steampunk Convention de Barcelona, que todo hay que decir, tenía un ambiente genial, y una gente maravillosa.
Hemos podido disfrutar de paseos por el bosque, ya que lo tenemos casi al lado. Y hemos comido espárragos trigueros que hemos cogido nosotros mismos. Gracias a Adela por enseñarme, por que al principio yo no los veia :)
He tenido un montón de tiempo lejos de todo para pensar, reflexionar, volver a ilusionarme con lo que hacía (y haré de nuevo) y empezar a practicar yoga. Gracias a Blancabz, de Diario de una yogui 2.0 por todas las fotos que postea y ser un ejemplo de superación.
También he conocido a gente no tan maja que aún así me ha enseñado como no quiero ser, empujándome a buscar una mejor versión de mi misma.
He conocido, ¡por fin! a Luis Royo, mi ilustrador favorito al que llevaba aaaaaaaaaños admirando.
Hemos ido a Cardona, estuvimos en el castillo y pasamos un día muy divertido, estrenando de paso mi nueva cámara reflex.
He participado en mis primeros mercados artesanos. Conocí también gente muy maja. Gracias María de Corsets Wanda por ser una persona excepcional, Moon de Moon Rose Handmade por tu visión tan particular del mundo, y Eva de Tasty Things por enseñarme a confiar en lo que hago y a defenderlo como se merece.
Vimos The Hole 2 antes de fallas en Valencia.
Aprendí ruso (y luego se me olvidó). Gracias a Vladimir por mostrarnos otra visión de todo. Y a mis compañeros, fueron unos meses geniales.
Y he pasado un año maravilloso junto a mi marido, mil gracias también por estar siempre ahí, por apoyarme, por decirme lo que no me gusta escuchar pero necesito oir de vez en cuando, y por disfrutar tanto como yo con lo que hacemos juntos. Por cierto, ha publicado un libroSe me ha perdido un héroe, así que si aun os falta algun regalín de Reyes.... ciencia ficción de la que mola y ambientada en España, ¿quién da más?

En definitiva, que realmente no puedo quejarme mucho, por que aunque hemos tenido momentos dificiles y malillos, los buenos los han superado con creces.

Espero que vuestro año haya sido tan bueno como el mio, o mucho mejor, y os deseo que el próximo venga cargado también de cosas buenas, momentos para recordar y mucha mucha ilusión.

¡¡Feliz feliz 2016!!

lunes, 28 de septiembre de 2015

DIY forrar botes de conservas


Yuju!! Ya ha llegado el otoño!!
Y yo aquí, más feliz que una perdiz, por que aunque suene muy topicazo, es mi estación favorita.
Los días se van acortando poco a poco, los atardeceres son preciosos, y las hojas se ponen marrones, ocres, amarillas.... y se caen.
Además este año vivo cerca del bosque, así que me iré alguna mañana con la cámara, para pasear y hacer fotos de esas mágicas que solo se hacen en los bosques en otoño ^^

Mejor dejo ya la disertación otoñal, que me lio yo sola.
Al lío. Desde que nos mudamos, vamos completando poco a poco las cosas que nos van haciendo falta, o que por cuestiones prácticas, echamos de menos de la otra casa y hay que ir implementando.
Una de las cosas que aunque parezca una tontería, nosotros usamos un montón, son los botes para poner los lapiceros, rotuladores y demás material de oficina/manualidades que teníamos en los escritorios.
Así que el otro día me puse, y en un pis-pas, hice estos tan chulos.




A lo mejor a vosotros no os parecen tan chulos, pero yo creo que son lo más.
Por que todo lo que haces tú con tus manitas siempre es más bonito, más cuqui y más genial.

Así que allá vamos, empecemos con los materiales.
Yo usé dos botes de conservas que habíamos gastado, uno de tomate triturado y otro pequeño de guisantes, para mas información.
Restos de otras labores de trapillo, tela, loneta..., lo que tengamos por casa.
Fieltro.
Un lápiz para marcar.
Pistola de silicona caliente (y silicona caliente, claro)




Lo primero que hacemos es poner el bote encima del fieltro y marcar todo el contorno de la base.




Luego recortamos el círculo, y lo pegamos a la base del bote con silicona caliente. Se podrían utilizar otros adhesivos, como pegamento de contacto, pero yo siempre uso esta.

Lo de pegar fieltro en la base lo hacemos por dos motivos principales.
Uno es para evitar que la mesa se ralle y el bote haga ruido. A mi es algo que me molesta bastante, por que cuando estoy haciendo cosas, como tengo poco espacio, no puedo evitar terminar empujándolos con el codo, o con la base de corte o algo. Así evitamos las dos cosas.
Y otra es para evitar que si el metal se oxide, lo manche todo. Con el fieltro ya nos queda protegido y tapado.




Aquí ya tenemos la base de los dos botes preparada. Tened cuidado pegándola, por que si te despistas un poco, acabas quemándote los dedillos.




Aquí voy a explicar como se forra el de trapillo. Aunque tiene tan poca miga, que no se yo si necesita mucha explicación....
Primero pegamos con un punto de silicona el extremo del trapillo bien pegadito a la base del bote, y luego vamos liandolo al tiempo que vamos poniendo un punto de silicona cada pocos centímetros. No hace falta untarlo todo de pegamento, por que no es algo que se vaya a manosear mucho, así que con algunos puntos de silicona aguantará perfectamente.




Cuando ya terminamos, cortamos para que nos sobre un poquito. Más vale que sobren 3cm a que nos falte uno, por que como dice mi madre, a tiempo de meter la tijera siempre estamos.




Y como solo hemos ido poniendo un punto de silicona cada pocos cm, aprovechamos uno de los tramos sin pegamento para meter debajo el extremo que nos queda. Como es elástico, es fácil de hacer, y luego podemos asegurarlo con otro poquito de silicona.
De nuevo, cuidado con los deditos!



 Para el otro bote, medí la circunferencia y la altura del bote, le dí márgenes para hacer los dobladillos, como si fueran márgenes de costura, y corté un rectángulo con esas medidas.
Doblé la tela asegurando la doblez con un poco de pegamento, y la fui pegando alrededor del bote.
Como veis, no tiene ningún misterio, queda muy resultón, y es una forma de aprovechar los botes y personalizar un poco el escritorio.


Si os gusta, o lo versionais de alguna forma, me encantará verlo.
 Como siempre, no dudes en preguntar cualquier duda que puedas tener, ¡me encanta leer comentarios!

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Croquetas de Zorza

Pues aquí que llego yo con una de mis últimas creaciones en recetas de aprovechamiento, ¡¡y que me perdonen los gallegos!!

En casa odiamos mucho mucho eso de tirar comida que está buena, aunque lo que nos haya sobrado quepa en un tarrito de paté, como este era el caso.

Y con tan poquita cantidad, ¿qué podía hacer yo? ¡Croquetas!

Y es que si tuviera talento suficiente, les escribiría una oda a las croquetas. Es un plato sencillo, económico y delicioso. Por que sí, a mi también me gusta el sushi, y los platos de curry y un montón de cosas más, pero si me pones delante un plato de croquetas de mi abuela, no respondo!

Así que aprovechando que me habían quedado cosas de hacer otros platos, allá que fui.

Yo tenía un poco de zorza, media cebolla, unos 100ml de nata, un par de cucharadas de harina, y corn flakes.


Aprovechando que ya tenía la picadora en medio, la usé para la cebolla. Solo un par de golpes, que no quede demasiado picada, pero asi las croquetas quedan más jugositas. Y al cazo con un poquito de aceite a que se vaya pochando.


Mientras la cebolla se pocha, ponemos también en la picadora los restos de zorza, con sus ajitos y todo. Si no te gustan, se los puedes quitar, sin problemas.
Igual que la cebolla, solo un par de golpes, por que luego en casa nos gusta encontrar tropezones en las croquetas.


Y la zorza al cazo junto con la cebolla cuando ya la tengamos pochadita! Yo uso un cazo por que es el cacharro mas pequeñito que tengo en casa, y había poca cantidad.


Cuando hemos mezclado bien la zorza con la cebolla, ponemos un par de cucharadas de harina, y la sofreimos para que luego no salga el sabor en las croquetillas.


 Y cuando la harina ya está hecha, ponemos la nata. Si vemos que está demasiado espeso, puedes añadir mas líquido. Un poco de leche estará bien.


Y seguimos como con todas las croquetas del mundo mundial, dandole vuelta hasta que esté espesito espesito, y lo volcamos a un plato o una fuente para que se enfríe un poco. A mi esto es lo que más me cuesta, por que tengo tendencia a ir comiendome la masa de las croquetas así tal cual. No puedo evitarlo, me tienta más que el chocolate.


Y mientras se enfría, preparamos el rebozado. Como en casa no solemos comer pan, casi nunca tengo. Pero siempre (o casi siempre) tengo corn flakes. Lo probé hace ya un tiempo como alternativa al pan rallado en rebozados croquetiles, y creo que ya no lo cambio por nada. Hasta que pruebe los quicos, que es una idea que me ronda.


Los ponemos en el mortero y los picamos un poquito. Pero poco. Queremos que queden trocitos reconocibles, que asi queda mas crujiente, y no hay nada como el "crunchi crunchi" del rebozado de las croquetas.
Lo bueno de esto es que se pega sin huevo ni nada.


 Así que sin huevo ni nada, pasamos a ir rebozando nuestras geniales croquetas, y las vamos poniendo en la bandeja del horno que hemos preparado con un papel sulfurizado encima.
¿Que por qué tienen esa forma? Pues por que yo soy negada con las cucharas para darles forma, así que corto la masa en cuadraditos, y así se queda.
Son croquetas cuadradas de autor, rebozadas en corn flakes, sin huevo ni nada.


 Y ahora ya, las horneamos 5 minutillos a unos 180º y tachaaaaaan!!!
Alguien se preguntará ¿Horneadas? Pues sí, horneadas. Así no necesitamos huevo ni nada, no cogen aceite, a mi no me sientan mal, y encima como aquí la cocina y el comedor está todo junto, no huele todo a frito, que no me gusta nada.

Habeis visto que doraditas quedan? Y están supercrujientes!



Yo las he hecho esta vez con zorza, que era lo que tenía. Pero admiten mil cosas, no solo la carne del cocido como cree mucha gente.
En casa solemos comer pollo relleno en Navidad, por que da poco trabajo y terminamos pronto, pero como siempre suele sobrar, lo usamos para hacer croquetas también.
Se pueden hacer con el jamón duro que ya nadie puede masticar, partiendolo en taquitos y dejandolo en remojo en leche o caldo toda la noche, o con la carne que sobra de la paella, o de cualquier asado.

Lo de los corn flakes puede parecer un poco excéntrico, lo admito. Pero después de probarlo un día que no nos quedaban ni huevo ni pan, no los cambio.
Y horneadas están muy buenas, de verdad. Yo tengo un problema con los fritos y mi estómago, no me suelen sentar bien. Así que empecé a hornear cosas que se suelen hacer fritas a ver que tal, como los palitos de pescado y las croquetas, y de momento me ha ido mucho mejor.

Si tienes alguna duda o sugerencia, puedes dejarme un comentario. Yo intentaré resolver tu duda, y tú me harás feliz como una perdiz!

viernes, 17 de julio de 2015

Aperitivos de domingo; Mejillones con vinagreta

En verano hace calor, esto es un hecho.
Pero si encima te pasa lo que a mi, que sudo solo con ponerme a teclear, y me dan mareos... el verano es una tortura, y cocinar también.

Así que busco cosas que cuanto menos fogón y menos horno, mejor.
Y nuestro favorito veraniego para los domingos, campeon indiscutible de los aperitivos de verano en casa, son los mejillones con vinagreta.

Fáciles de preparar, los puedes dejar hechos el dia anterior y comerlos cuando vuelvas de la playa o la piscina.

Necesitamos:

-Pimiento rojo (con medio vale)
-Pimiento verde (medio también)
-Cebolla (pequeña o mediana/pequeña)
-Limón
-Mejillones (esto es lo más importante)
-Aceite y un poco de sal

Primero, preparamos los mejillones. Yo normalmente los limpio, les quito los pelos esos feos que llevan, y si tienen lapas o la concha muy sucia, la raspo con el cuchillo. Tiramos los que no se cierran cuando los trasteamos, por que esos estarán muertos. Luego los enjuagamos un poco debajo del grifo, los ponemos en una olla, sin añadir agua, y a mi me gusta ponerles un par de trozos de limon, unos granos de pimienta y una hoja o dos de laurel, pero esto ya va un poco a gusto. Mi marido y mi madre les pondrían también una guindilla.
Tapamos la olla, la ponemos al fuego... y no sabría deciros tiempo. Yo normalmente me espero a que empiece a hacer el ruidito que hace cuando empieza a hacer mucho vapor, me espero un par de minutos, y en la vitro, lo apago y lo dejo un par de minutos más.
También aviso que yo prefiero comérmelos un poco pasaditos que un poco cruditos.


 Nos esperamos a que se enfrien, para que no os pase como a mi, que me quemo siempre los dedillos y ya están empezando a perder sensibilidad, y los vamos abriendo. Los vamos poniendo en un plato o en una fuente.
Como mi piso es muy pequeño, yo no tengo fuentes bonitas, así que lo puse en un plato llano normal.

 Mientras terminan de enfriarse, vamos preparando la vinagreta.
Cortamos muy finitos muy chiquininos los dos pimientos y la cebolla, y los ponemos en otro plato para revolverlo bien.
Yo aquí no tenía pimiento verde, ni ganas de salir a comprar bajo un sol abrasador, así que le puse unas laminas de pepinillos agridulces, que también le van muy bien.


Perdón por la mala (pésima) calidad de las fotos. Están hechas con una camara normalita, y en el piso hay poca luz. Tengo que hacer malabares para que no salga mi propia sombra, jajajaja.
Bueno, continuamos. Cuando lo tenemos todo picadito genial, lo rociamos con un chorrito de aceite, le ponemos sal, y el zumo de por lo menos medio limón. Yo siempre le pongo más por que me gusta mucho el limón. Removemos bien, con alegría y salero.

Y luego vamos cogiendo cucharaditas, y vamos poniendo en cada mejillon, hasta que se nos acabe.
Como veis, en un plato no me cabían, así que lo puse en dos.


Y ahora, las conclusiones finales. Haciendo esta receta he aprendido que:

-No hay que llevarse las manos a la cabeza por que nos falte algún ingrediente, siempre que no sean los mejillones. Casi todo lo demás podemos sustituirlo por otra cosa. El limón por vinagre de manzana, el pimiento verde por pepinillos agridulces, el pimiento rojo por tomate pichado pequeñito... Imaginación al poder!
-Hay que esperarse a que las cosas se enfrien hasta una temperatura aceptable para no quemarnos los dedillos. Luego escuecen.
-Esto es mejor acompañarlo con cervecita bien fria. Lo mio son las claras. Pero si además eres quien cocina, tienes permitido acompañar de cerveza también el proceso, y probarlo antes de que salga a la mesa "por si acaso"

Hasta aquí por hoy. Si alguien tiene dudas, en comentarios, y las contestaré encantada.
Si no tienes dudas, pero te apetece saludarme igual aunque solo sea para quejarte del calor, también contestaré encantada.

lunes, 6 de julio de 2015

Pan de ajo y queso

Esto es lo último que he horneado. Y creo que es lo último que voy a hornear hasta que las temperaturas no vuelvan a bajar de 25 grados por lo menos.
Creo que el dia que lo hice, se acumuló tanto calor en mi mini-piso que perdí 3 kilos sudando. No exagero.

Y ahora, al lio.
Es un pan que yo estaba harta de ver en Instagram, en Pinterest, y en todo blog americano de cocina que se precie.
Y como aqui nos gusta mucho el pan, el queso, y usamos mucho el ajo para condimentar.... pues allá que fui a ocupar uno de mis dias "oh por favor como me aburro pero no quiero salir a hacer nada con este calor por que me derretiré" con esta maravilla para el paladar. Por lo menos para el nuestro.

Bien, para hacerlo compré un pan grande. Concretamente, un Pa de l'avia que habiamos comprado el dia anterior en el Lidl (y no, no me pagan por esto). Vale cualquier pan de pueblo redondo, o un pan de payés, algo de ese estilo. Incluso se podría hacer con una barra normal, pero entonces ya no podriamos cortar en cuadraditos, si no en rebanadas.
Tambien utilicé un poco de mantequilla, dos ajos, un poco de perejil, y queso, en mi caso un paquete de mezcla 4 quesos.


Primero piqué en el mortero los ajos y el perejil, y cuando estaban bien picaditos, les puse un par de dados de mantequilla, y lo removí hasta que se integró todo.
Mira que cuqui es mi morterito amarillo ^.^


Después, empecé a cortar el pan. Se corta sin llegar abajo del todo, primero en rebanadas a lo largo del pan....


Y luego a lo ancho, y quedan los cuadraditos que os decía. Con un cuchillo de sierra se corta mucho mejor.


Luego, en medio de los cortes, se va untando la mezcla de mantequilla, ajo y perejil. El cuchillo no está debajo del pan por que yo sea un desastre (que en ocasiones lo soy), si no para ayudarme a separar mejor los cortes de pan y que me fuera mas facil untarlo.


Y cuando terminamos de untar el pan, procedemos a poner el queso!! Es lo mismo, ayudandonos también del mango del cuchillo para ir abriendolo, pero llenando bien de queso todos los huequitos. Ahí, sin miedo, cuanto más queso, más felicidad!!


Cuando lo hemos llenado de queso, lo metemos en el horno, y la temperatura y el tiempo ya va a depender un poco de cada horno. Yo en este lo tuve unos 20 minutos a 200 grados.

Y mirad con que pinta mas rica salió del horno!!
Vale, no es tan genial como los de pinterest o instagram.... pero estaba muy bueno!!



Obviamente, como solo somos dos, no nos lo comimos enteros, pero hemos decidido varias cosas:

- No volveremos a hacerlo en verano, a no ser que estemos en un piso que tiene separados la cocina y el comedor. Para ser exactos, no creo que volvamos a hornear nada en nuestro minipiso en verano.
- Para los dos solos es demasiado, aunque al dia siguiente, lo metimos en la sandwichera grill, y estaba estupendo. Si lo volvemos a hacer el invierno, aprovecharemos cuando encendamos el horno para hacer pollo, y lo haremos en barra, o en un pan mas pequeño.
- Nos parece un complemento estupendo para esas cenas que hacemos a veces con amigos, en las que cada cual hace un par de platos y nos juntamos todos en una casa. Así nadie tiene que matarse cocinando para muchos, y probamos cosas distintas.
- Y la próxima vez, probaremos a incluir bacon en la receta, por que malo no puede estar, jajajajaja.

Si alguien lo prueba, me encantará saberlo ;)

martes, 30 de junio de 2015

Ayer hice bagels (o lo intenté)

Pues sí.
Y realmente no fue ayer, fue el otro dia, antes de que viniera esta ola de calor apocalíptica.
Por que ahora no se me ocurre encender el horno a las 12 del mediodía ni loca.

Y como bien reza el título, más que hacerlos, lo intenté. Les puse todas las ganas y el amor del mundo, de verdad de la buena. Pero ellos decidieron que en lugar de hincharse, se quedaban bajitos y un poco duros.

Con la buena pinta que tenían cuando solo eran unas bolitas que aún no habían levado...

(Perdonad por la calidad de las fotos, pero están hechas con el movil y rescatadas de instagram)


Míralos, si solo les falta ponerme ojitos....

Y no es que tuviera una mala receta. Hice la receta del blog de Alma, Objetivo Cupcake.
Aquí os dejo el link:

Bagels de Alma

Y seguí tooooooodos los pasos. Al pie de la letra.
Pero yo creo que es la maldición que pesa sobre mi, la de "las recetas no son para seguirlas al pie de la letra" , por que siempre que sigo alguna, la lio. Mucho mucho.


Eso si, como yo no tenía semillas de amapola, les puse sésamo.
Aquí, que todavía están en el horno, se aprecia que no estan subiendo todo bonitos como deberían.

En mi defensa diré que la mayor parte lo tuve que poner a ojo, por que aquí no tengo todavía báscula de cocina. Solo una jarra medidora, que tiene marcadas medidas de harina, azucar, agua, arroz y un par de cosas más.

De todas formas, creo que cuando el calor me de una tregua, intentaré volver a hacerlos, pero esta vez variaré un poco algunas cosas, y no se si los herviré primero, que yo creo que fue ahí donde la lié.

Y aunque chafaditos y feines, no estaban del todo malos tostados con nutella o mermelada, pero de eso ya no tengo fotos, por que siempre me acuerdo después de habermelos comido, jajajaja.

Si tú tambien has tenido alguna pifia de estás, me encantará que lo compartas conmigo y saber que no estoy sola en el mundo en tema de desastres culinarios.

jueves, 25 de junio de 2015

Re-descubriendome, (auto)conociendome

 Hola de nuevo.

Se que ya nadie lee este blog, pero me da igual.
Vuelvo aquí como quien vuelve a casa.
Cansada, perdida y confusa.
Voy a escribir para mi. Como ejercicio de constancia. Y por que no, de autonococimiento, para dejar de sentirme perdida.

Nuestro proyecto no fue como yo quería. Realmente se torció nada más empezar, y al final, por mucho empeño que le pusimos...ahí se quedo. Pero sin mal ambiente ni nada. Simplemente, necesitabamos evolucionar.
Nosotras seguimos siendo amigas, por supuesto. Elora está estudiando diseño de moda, y hace cosas realmente geniales. Me alegro mucho por ello.

Yo indagué en el mundo de los mercados artesanos como Emperatriz Ardilla, con tocados, diademas, peinetas y algunos broches, pero sobre todo, accesorios para el pelo.
Conocí gente genial, creí que algunos permanecerían mas tiempo en mi vida , me llevé un montón de buenas experiencias, un montón de ideas. Me enseñaron a creer en mi, en lo que hago, y a no consentir que nadie dijera que yo, o lo que yo hacía, no valía.
Pero en matería económica....mejor lo dejamos estar. Digamos que aprendí a ser más concienzuda buscando referencias y a desconfiar sistematicamente de los organizadores.
Los dos últimos para mi fueron muy duros. Terminé muy minada, con crisis nerviosas.

En el último mercado, en semana santa, llamaron a mi marido de una oferta de empleo. El resultado fue que el dia 13 de Abril le dijeron que entraba a trabajar el dia 20 en Barcelona. Y nosotros en Valencia.
Ahora me rio mucho cuando lo cuento, pero acabé la semana extenuada. Empaquetamos todo lo que nos cabía en el corsa, nos dejamos dos dias para hacer gestiones, reservamos un piso que ya nos había mirado un amigo, y a la aventura!!
El dia 16 por la noche, dormiamos por primera vez en nuestro flamante mini-piso.
Y aquí seguimos.

Y despues de todo, he decidido tomarme hasta que pase verano como periodo para centrarme. Para hacer cosas que me apetezcan, que me hagan feliz, que me hagan sonreir.

Una de esas cosas, es volver a escribir aquí, en mi primer blog. Sin temática definida ni calendario estricto de publicación.
Pero como lo haré para ejercitar mi constancia, intentaré publicar dos veces por semana.
Además, habrán mas fotos para aligerar tanto texto, aunque sean de movil ;)


Un Beso

Lupe.