miércoles, 16 de septiembre de 2015

Croquetas de Zorza

Pues aquí que llego yo con una de mis últimas creaciones en recetas de aprovechamiento, ¡¡y que me perdonen los gallegos!!

En casa odiamos mucho mucho eso de tirar comida que está buena, aunque lo que nos haya sobrado quepa en un tarrito de paté, como este era el caso.

Y con tan poquita cantidad, ¿qué podía hacer yo? ¡Croquetas!

Y es que si tuviera talento suficiente, les escribiría una oda a las croquetas. Es un plato sencillo, económico y delicioso. Por que sí, a mi también me gusta el sushi, y los platos de curry y un montón de cosas más, pero si me pones delante un plato de croquetas de mi abuela, no respondo!

Así que aprovechando que me habían quedado cosas de hacer otros platos, allá que fui.

Yo tenía un poco de zorza, media cebolla, unos 100ml de nata, un par de cucharadas de harina, y corn flakes.


Aprovechando que ya tenía la picadora en medio, la usé para la cebolla. Solo un par de golpes, que no quede demasiado picada, pero asi las croquetas quedan más jugositas. Y al cazo con un poquito de aceite a que se vaya pochando.


Mientras la cebolla se pocha, ponemos también en la picadora los restos de zorza, con sus ajitos y todo. Si no te gustan, se los puedes quitar, sin problemas.
Igual que la cebolla, solo un par de golpes, por que luego en casa nos gusta encontrar tropezones en las croquetas.


Y la zorza al cazo junto con la cebolla cuando ya la tengamos pochadita! Yo uso un cazo por que es el cacharro mas pequeñito que tengo en casa, y había poca cantidad.


Cuando hemos mezclado bien la zorza con la cebolla, ponemos un par de cucharadas de harina, y la sofreimos para que luego no salga el sabor en las croquetillas.


 Y cuando la harina ya está hecha, ponemos la nata. Si vemos que está demasiado espeso, puedes añadir mas líquido. Un poco de leche estará bien.


Y seguimos como con todas las croquetas del mundo mundial, dandole vuelta hasta que esté espesito espesito, y lo volcamos a un plato o una fuente para que se enfríe un poco. A mi esto es lo que más me cuesta, por que tengo tendencia a ir comiendome la masa de las croquetas así tal cual. No puedo evitarlo, me tienta más que el chocolate.


Y mientras se enfría, preparamos el rebozado. Como en casa no solemos comer pan, casi nunca tengo. Pero siempre (o casi siempre) tengo corn flakes. Lo probé hace ya un tiempo como alternativa al pan rallado en rebozados croquetiles, y creo que ya no lo cambio por nada. Hasta que pruebe los quicos, que es una idea que me ronda.


Los ponemos en el mortero y los picamos un poquito. Pero poco. Queremos que queden trocitos reconocibles, que asi queda mas crujiente, y no hay nada como el "crunchi crunchi" del rebozado de las croquetas.
Lo bueno de esto es que se pega sin huevo ni nada.


 Así que sin huevo ni nada, pasamos a ir rebozando nuestras geniales croquetas, y las vamos poniendo en la bandeja del horno que hemos preparado con un papel sulfurizado encima.
¿Que por qué tienen esa forma? Pues por que yo soy negada con las cucharas para darles forma, así que corto la masa en cuadraditos, y así se queda.
Son croquetas cuadradas de autor, rebozadas en corn flakes, sin huevo ni nada.


 Y ahora ya, las horneamos 5 minutillos a unos 180º y tachaaaaaan!!!
Alguien se preguntará ¿Horneadas? Pues sí, horneadas. Así no necesitamos huevo ni nada, no cogen aceite, a mi no me sientan mal, y encima como aquí la cocina y el comedor está todo junto, no huele todo a frito, que no me gusta nada.

Habeis visto que doraditas quedan? Y están supercrujientes!



Yo las he hecho esta vez con zorza, que era lo que tenía. Pero admiten mil cosas, no solo la carne del cocido como cree mucha gente.
En casa solemos comer pollo relleno en Navidad, por que da poco trabajo y terminamos pronto, pero como siempre suele sobrar, lo usamos para hacer croquetas también.
Se pueden hacer con el jamón duro que ya nadie puede masticar, partiendolo en taquitos y dejandolo en remojo en leche o caldo toda la noche, o con la carne que sobra de la paella, o de cualquier asado.

Lo de los corn flakes puede parecer un poco excéntrico, lo admito. Pero después de probarlo un día que no nos quedaban ni huevo ni pan, no los cambio.
Y horneadas están muy buenas, de verdad. Yo tengo un problema con los fritos y mi estómago, no me suelen sentar bien. Así que empecé a hornear cosas que se suelen hacer fritas a ver que tal, como los palitos de pescado y las croquetas, y de momento me ha ido mucho mejor.

Si tienes alguna duda o sugerencia, puedes dejarme un comentario. Yo intentaré resolver tu duda, y tú me harás feliz como una perdiz!

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